GUÍA PARA APRENDER ADIESTRAR A TU PERRO SIN NECESIDAD DE SER UN PROFESIONAL

No hace falta ser un adiestrador de categoría para conseguir un perro bien educado, pero tienes que comprometerte en la tarea

Perro adiestramiento canino

1. La mente del perro


La mente del perro

Los perros necesitan estimulación física y mental para alcanzar su potencial


Los perros se parecen a las personas en varios aspectos, necesitan compañía y estímulos mentales y físicos para alcanzar su potencial. Responden a las recompensas y desarrollan malas costumbres cuando se aburren. Siempre están aprendiendo. Sin embargo, por suerte o por desgracia, los perros no son personas disfrazadas, cada perro tiene su propia personalidad y la inteligencia, tolerancia y capacidad de adiestramiento varían según el animal. Mediante la crianza selectiva, el ser humano ha acentuado algunos de los rasgos de la personalidad del perro.

La especie canina es nuestra mejor amiga entre los animales porque los perros están dispuestos a vivir en una manada humana y a responder nuestras órdenes. Aunque cada raza tiene su propio perfil de personalidad general, en el fondo cada perro es único. Algunos son extrovertidos y les gusta ser el centro de atención, otros son más sumisos. Ambos tipos pueden ser bien adiestrados con métodos diferentes. La procedencia de su perro, sus primeras experiencias y su sexo afectarán a su facilidad de adiestramiento. Los perros castrados y las hembras sin celo son más fáciles de adiestrar. Los machos enteros son los más difíciles. Podemos encontrar varios tipos de personalidades diferentes en los perros.

 

Dominantes y seguros de sí mismos


La dominancia en perros puede ser descrita como una característica de una relación social entre dos individuos, en la que uno de los dos aparece como ganador. La dominancia en perros es una estrategia social que ha ido evolucionando. Algunos perros son muy dominantes y lo muestran intimidando con su lenguaje corporal, mirando de frente, irguiendo su cola e incluso mostrando los dientes y ladrando amenazadoramente. Los machos tienden a ser más dominantes que las hembras. El perro dominante suele resistirse más al adiestramiento. Cuando tengas que adiestrar a un perro así, debes pedir ayuda a un profesional.

 

Sumisos e inseguros


En el otro extremo de la escala están los perros completamente sumisos. Los perros que se vuelven demasiado sumisos pueden caer en la línea y escuchar, pero lo hacen a costa de la salud emocional. Evitan la mirada, y meten el rabo entre las piernas cuando su amo les da una orden y se encogen de miedo cuando alguien se les acerca. Los perros de personalidad sumisa pueden quedar paralizados cuando se les manda obedecer. El miedo a los extraños es un problema común en los perros sumisos. Estos perros necesitan un método de adiestramiento lento y suave, por lo que no deberías de darle las órdenes demasiado brusco. Las interacciones con animales o individuos demasiado agresivos también pueden crear un estado extremo de sumisión en su perro. Si tu perro es así y nunca has adiestrado a ningún perro, considera si vas a necesitar ayuda profesional.

 

Distraídos


Si quieres que tu perro haga caso de lo que dices es necesario un mínimo de atención. Tu perro necesita tiempo para aprender órdenes y entender palabras. La buena comunicación comienza con consistencia. Algunos perros tienen más interés en jugar con otros perros que en obedecer a sus amos. El primer paso es enseñarle a tu perro qué comportamientos le dan recompensas y qué comportamientos se ignorarán. Muchas veces estos perros no se acostumbran adecuadamente al ser humano cuando son cachorros. A estos perros es mejor adiestrarlos en lugares no concurrentes, no puedan recibir estímulos de distracción. Si entrenas la atención del perro todo lo que quieras enseñarle después será mucho más fácil.

 

Cooperativos y responsables


Los perros y los lobos tienen un instinto de cooperación entre compañeros cuando se trata de conseguir objetivos comunes o recompensas. Los perros más fáciles de adiestrar son los que tienen una curiosidad natural y afinidad con las personas. Enseñarle conductas y formas de actuar y pensar adecuadas con las normas sociales y con una buena convivencia, permitirá el desarrollo del animal, junto con su autoestima, y poder disfrutar de una relación mucho más sana. Los perros que reconocen y escuchan a las personas responden antes al adiestramiento.

 

Término medio


El carácter no solo depende de la genética, sino también del ambiente y la educación recibida. La gran mayoría de perros no son dominantes ni sumisos. En su personalidad tienen una mezcla de ambos comportamientos. En ciertas circunstancias y con algunas personas son dominantes y en otras son sumisos. Un ejemplar de una raza puede nacer inseguro y tímido, y otro de la misma raza puede nacer seguro y sociable. Tan solo los ejemplares muy bien seleccionados en estos aspectos por sus criadores presentaran a priori las características deseadas y heredadas de sus progenitores. Al final un gran perro se define en la conjunción de todos estos factores y por supuesto obteniendo un buen vínculo con su dueño.

 

Manipuladores


Resulta común sentir en varias ocasiones que los perros con miradas y cabeceos manipulan a sus dueños para su propio beneficio. Algunos perros dominan hábilmente a sus amos mostrándose sumisos. Pueden rascar la pierna de su amo y pedirle que les tome en brazos o negarse a comer. Estos manipuladores son perros dominantes que han aprendido otros métodos para mostrar su autoridad. Naturalmente las mascotas del hogar tienen la fama de manipuladores, de hacer hasta lo imposible con tal de conseguir lo que desean.

 

Obedientes


Si bien el nivel de obediencia de una mascota dependerá de la enseñanza que haya recibido de cachorro, lo cierto es que hay algunas razas de perros más obedientes que otras. El perro debe saber que ha de obedecer a todos los miembros de la familia. Se comprende que a veces, cuando se oye un ruido por la ventana, exprese su dominancia natural ladrando como advertencia, pero otras veces, cuando alguien de la familia le da una orden, debe obedecer. Esta cualidad se vincula a la inteligencia, pero para que los perros sean obedientes hay que enseñarlos desde cachorros. Todos deseamos que nuestro perro nos haga caso y se acerque a nosotros cuando le llamemos.

2. El adiestramiento canino


Adiestrar a un perro

El adiestramiento debe comenzar tan pronto el cachorro entre en casa.

«Los perros presentan una arraigada mentalidad de manada. Si no impones tu liderazgo, tu perro intentará compensarlo mostrando un comportamiento dominante».

El perro es el mejor amigo del hombre. Son animales con la capacidad de convertirse en un compañero fiel que te brindará felicidad durante toda la vida. Pero para ello ha de adiestrarse para que tenga un comportamiento adecuado. De lo contrario puede convertirse en una pesadilla, destrozando todo a su alcance o mordiéndote a ti y a las demás personas. El adiestramiento del perro no es una competición para ver quién puede más, ni tampoco un ejercicio para alimentar nuestro ego. El buen adiestramiento se basa en la confianza y en el respeto mutuo.

Es esencial emplear el sentido común, ser generoso en los premios y divertirse con el perro. Todos los perros, tanto los de raza como los mestizos, presentan un patrón de conducta. El tamaño, el tipo y el color, el grado de actividad que presentan y la capacidad para ser entrenados son todas características que tienen poca importancia. Tanto los Yorkshire Terrier y los Caniches Toy, como los Bulldog y los Golden Retriever, los Pastores Alemanes y los Labradores son todos predadores por naturaleza. Algunos exhiben comportamientos específicos de la raza, como la habilidad para rastrear, el grado de territorialidad o el fuerte deseo de correr.

El adiestramiento canino ocupa en la actualidad un lugar destacado en los medios de comunicación. Es evidente que ofrece buenos programas de televisión, como ponen de manifiesto el programa “El encantador de perros” de César Millán, o “Malas pulgas” de Borja Capponi. Pero entre los adiestradores existe un enorme desacuerdo sobre el mejor enfoque para moldear el comportamiento de los perros. Varios adiestradores destacados continúan promoviendo la idea de que los perros son animales de manada y que muchos sólo pueden controlarse mediante la aplicación de la teoría del dominio. Según César Millán: “Los perros presentan una arraigada mentalidad de manada. Si no impones tu liderazgo al perro, tu perro intentará compensarlo mostrando un comportamiento dominante”.

Lo cierto es que el adiestramiento debe comenzar tan pronto el cachorro entre en casa y para que tengamos éxito debemos manejar bien las herramientas para el aprendizaje: paciencia, constancia y premios. Las amenazas y castigos físicos no tienen lugar en el proceso de enseñar a un perro. Debes mantenerte paciente y comprensivo ante los errores del perro, haciendo que se sienta querido y deseado, no rechazado y aislado. 

 

¿Cómo adiestrar correctamente a un perro?


Se ha exagerado sobre los instintos y los comportamientos de algunas razas, pero lo que hay que tener en cuenta es que cada perro, no importa su raza, tiene su propia personalidad y que el tiempo de adiestramiento necesario variará para cada uno de ellos. Adiestrarlo no significa una caminata diaria hasta el parque más cercano para que su perro haga ejercicio. El adiestramiento es tanto una actitud como un ejercicio. Cada perro es un individuo que se interesa de modo diferente en la estimulación mental o física. Su temperamento, el campo de atención, su edad y su sexo influirán en su disposición para el adiestramiento.

No todos los perros responden a los mismos métodos de enseñanza y, a veces, las técnicas de adiestramiento deben variarse para que se ajusten a la personalidad de cada perro. Al final, como todo en la vida, el compromiso y la constancia compensa. No hace falta ser un adiestrador de categoría para conseguir un perro bien educado, pero sí que tienes que comprometerte en la tarea. El adiestramiento alienta las habilidades naturales de tu perro, refuerza la posición dominante del amo y te enseña cómo comprender a tu compañero de vida perruno. Descubrirás que no existe otro animal doméstico en el cual te brinde una compañía más activa, grata y recompensadora.

 

¿Cómo dar las órdenes?


Los perros responden mejor a las órdenes cortas y secas, acompañadas con señales visibles de la mano. Evita repetírselas constantemente, ya que esto le confundirá. Atrae su atención llamándolo por su nombre y después dale la orden. La inflexión de tu voz es tan importante como la expresión de tu cara. Sonríe cuando esté contento y ponte serio si te desobedece. Llámalo por su nombre para atraer su atención. Mantente en pie, con los hombros hacia atrás y manteniendo la atención del perro. Muéstrale el premio o snack como recompensa.

Anima al perro a que te obedezca asumiendo una postura de bienvenida. Sonríe, háblele en un tono amistoso y abre los brazos para recibirlo. Cuando castigues a tu perro, adopta un tono de voz grave y dile rotundamente “no”. Si tu perro te desobedece, asume una postura amenazadora. Míralo serio cuando uses órdenes negativas.

 

Perros y niños


Es tan importante enseñar a los niños cómo deben tratar a los perros, como enseñar a los perros cómo deben portarse con los niños. Debes enseñarles a los niños que no todos los perros son amistosos y que, antes de tocar a un perro, deben pedirle permiso a su dueño. Enséñales que nunca deben perseguirlos, hacerle rabiar ni gritarle. No hay que darle a un niño la responsabilidad de adiestrar ni dar de comer a un perro hasta que sea maduro y responsable.
No dejes que un perro nuevo olfatee y reconozca a un niño si no estás seguro de que puede fiarse de él.

El perro debe de llevar bozal en presencia de los pequeños. Esto es muy importante con el perro guardián o de caza si alguna vez ha amenazado o mordido a alguien o si no está bien adiestrado. Enséñales a los niños a que acaricien al perro en los flancos sin ponerse delante. Felicita al perro por portarse bien.

3. Misión: educación, un perro bien educado


Perro educado y bien disciplinado

Un perro bien educado y trabajador.


Cuando el perro es un cachorro y llega a casa, es muy probable que no sepa dónde debe orinar o defecar. La excepción es su cama, porque el perro por norma general, no suele ensuciar el lugar donde duerme. Recuerda que la mayoría de accidentes se producen por no saber educarlo bien. Felicita a tu pero cuando haga las necesidades fuera de casa. No esperes a que tu perro muestre señales inequívocas de que necesita salir. La mayoría de los perros no aprenden a mostrar dicha necesidad hasta que aprenden cómo aguantarse si están en casa. Sácalo con frecuencia a la calle. Si comienza a dar vueltas sin parar o a olfatear el suelo del interior de la casa, necesita salir. 

 

Obediencia


Las reglas básicas de obediencia que deberás lograr para que tu perro cumpla pasan por situaciones cotidianas, como por ejemplo que acuda a tu llamada, obedezca cuando le dices que no a algo o cuando le pides que se quede quieto y que camine de manera correcta cuando lo sacas a dar un paseo. Como bien mencionábamos antes, el perro es un animal de manada y necesita autoridad. Desde el principio, necesita a una sola persona como dueño. No grites cuando le vayas a llamar, es sensible a las variaciones de la voz y entenderá muy bien los diferentes tonos. No dejes que te tu perro te agote la paciencia. No puedes pretender que aprenda de inmediato. Practica a diario hasta que logres incorporar lo que le estás pidiendo que haga.

 

Sentarse


Esta orden es uno de los comandos de obediencia más fáciles para enseñar a un perro siendo una buena opción para el comienzo. Utiliza un premio y mantenlo cerca de la nariz del perro, para posteriormente moverlo lentamente hacia atrás, sobre su cabeza. Al seguir el premio con la cabeza, el perro acabará sentándose. Tan pronto como el perro se haya sentado, deberás decir “bien hecho”, para a continuación darle el premio. Será necesario realizar muchas repeticiones hasta que tu perro asocie el premio con el hecho de sentarse.

 

Tumbarse


Este puede ser uno de los comandos más difíciles en el adiestramiento porque esta posición es una postura sumisa. Primero es mejor enseñarle la orden de sentarse y una vez que hayas enseñado a tu perro a sentarse, puedes enseñarle a tumbarse. En primer lugar, trata que se siente y después anímalo a que se tumbe, manteniendo el premio entre sus patas delanteras y llevándolo hacia delante, al mismo tiempo que digas “túmbate”. Cuando se tumbe, dale la recompensa y felicítalo.

 

Levantarse


Este comando consiste en que tu perro se levante cuando se lo ordenas. Algunas órdenes comunes en el adiestramiento canino para esta orden son levántate o stand. Simplemente guíalo con la recompensa de comida pero sin dársela. Luego, acerca la recompensa a su nariz y muévelo lentamente hacia delante, de forma perpendicular al suelo. En su afán por seguir la recompensa, tu perro se levantará. Asegúrate de recompensar a tu perro antes de que pueda dar un paso.

 

Quieto


Antes de intentar enseñarle la orden quieto, asegúrate de que tu perro sepa obedecer la orden de sentarse. Este es un ejercicio de autocontrol para tu perro. Muchos adiestradores enseñan la orden “quieto” para indicarle al perro que debe quedarse en la posición en la que está. Si le ordenaste a tu perro que se siente, deberá quedarse sentado aunque tú te muevas. De la misma forma deberá quedarse quieto. 

 

Acudir a la llamada


Esta orden consiste en que tu perro acuda a tu llamada. Te puede evitar muchos problemas a tu perro, acercándolo de nuevo a ti si se te va la correa o si accidentalmente dejas la puerta abierta. Sujeta una recompensa de comida y atrae la atención de tu perro con la misma. Retrocede un par de pasos mientras acercas la recompensa a tu cuerpo, de tal forma que tu perro la siga. Al seguir la recompensa, tu perro llegará a estar muy cerca de ti. Cuando eso ocurra, dale la recompensa a tu perro. Si practicas esto en un lugar abierto, recuerda que el perro debe estar con correa, pero no debes de tensar la correa al retroceder. Si es necesario, utiliza una correa más larga.

Si tu perro se niega a acudir a la llamada, averigua la causa antes de volver al adiestramiento. Puede que el perro no se sienta con ganas de seguir con el entrenamiento, puede estar aburrido, distraído por una ocasión sexual, o tal vez tenga un exceso de energía o un deseo de jugar con otros perros. También puede estar mostrando un comportamiento dominante.

 

Saludar a las personas


La mayoría de los perros saltan sobre la gente para saludarla. Cuando el perro es un cachorro esto es divertido, pero deja de serlo cuando el perro se vuelve adulto, especialmente si es un perro grande. Como el perro ha recibido tantos elogios cuando era pequeño por saltar sobre la gente, esta conducta se ha convertido en un hábito que no siempre es fácil de eliminar. Lo primero que debes de conseguir es que tu perro se calme cuando te salude.

Para esto, tienes que ignorar a tu perro cada vez que te salta encima, hasta que se canse de saltar. Esto te puede tomar un buen tiempo la primera vez. Cuando tu perro se calme un poco, dale una recompensa. Haz esto frecuentemente mientras tu perro mantiene sus cuatro patas en el suelo. Ahora que tu perro te recibe más calmado, debes pedirle que te salude sentado. Obviamente, primero tienes que haberle enseñado la orden de sentarse. 

 

Stop


Este ejercicio es muy importante. Si tu perro camina sin correa por la calle, será conveniente que no cruce la calle sin tu consentimiento. Durante este ejercicio aprovecharás para enseñarle a tu perro la orden stop, que le indica que no debe avanzar ni un paso más. Este ejercicio es sencillo y no necesitas planificar sesiones de adiestramiento para el mismo. Aprovecha los paseos diarios de tu perro. Cuando llegues al borde de la acera, detente de tal manera que tu perro no pueda bajar.

Por ejemplo, si estás llevando la correa, detente un poco antes de llegar al borde de la acera. Tu perro se detendrá porque no le quedará otra. En algún momento te mirará como pensando “¿y cuándo continuamos con el paseo tronco?”. En ese momento dile “vamos” y cruza la calle, siempre que las circunstancias te lo permitan. 

4. ¿Qué premio o sanck puedo utilizar para premiar a mi perro durante el adiestramiento?


Perro mordiendo hueso snack dental

El perro juega con su hueso sabueso en el parque. ¿Hay algo más divertido que un hueso?


Una croqueta de su alimento habitual puede ser de utilidad o un suplemento alimenticio especial para estas funciones, como pueden ser los snacks. Aquí podrás encontrar diferentes snacks para tu perro. Asegúrate de tener en cuenta esta ingesta de calorías para calcular la ración diaria total de pienso.




 

Juegos y juguetes


Un perro está lleno de energía y necesita jugar. Intenta facilitarle un entorno estimulante, una caja de cartón grande para esconderse, juguetes para masticar. Elige juguetes que sean el doble del tamaño de la boca para prevenir los riesgos de asfixia. Aquí podrás encontrar juguetes para tu perro. Recuerde lavar regularmente los juguetes para prevenir el desarrollo de bacterias.

 

Demasiados juguetes


Es fácil encontrar muchos tipos de juguetes interesantes para tu perro. Si tu perro tiene demasiados juguetes, creerá que puede roerlo todo. Tanto si le compramos sólo uno como si le compramos demasiados, el animal con el tiempo se aburrirá. Hay quien compra juguetes para su perro y se los deja por la casa. Esto es un error. Permítele tener un máximo de tres juguetes y trata que sean diferentes a los objetos del hogar.

 

Premios inesperados


Existen muchos tipos de premios o recompensas para perros que podemos encontrar en el mercado hoy en día. Evita las situaciones en las que el perro reciba recompensas inesperadas como hurgar en el cubo de la basura. Una mala conducta nunca tiene que ser recompensada. 

 

¿Cómo usar los juguetes?


Cuando hayas terminado de jugar con el perro, deja bien claro que los juguetes se guardan preferiblemente en su propia bolsa o caja. El perro aprenderá pronto que los juguetes son propiedad del dueño y que solo se le deja jugar con ellos bajo sus propias condiciones. Esto lo hace más deseable, de modo que vas a poder utilizarlo como una poderosa recompensa en los adiestramientos. También son útiles como objetos para que el perro juegue con ellos cuando se les deja solos en casa. Juega con el perro después de cada sesión de adiestramiento. 

También puedes incorporar este adiestramiento a los juegos, reforzando durante ellos las órdenes y usa el juego como premio. Si los miembros de la familia participan en estos juegos, el perro recibirá recompensas de varias personas y aprenderá a disfrutar del juego con la compañía de las personas.

5. Entrenamiento


Perro entrenando

Realizar juntos actividades al aire libre es una de las cosas más maravillosas de tener un perro.


Si quieres darle a tu perro un entrenamiento más completo, puedes inscribirlo en un club de educación canina, en el que se puede educar a cualquier perro, sea o no de raza. Al fin y al cabo la obediencia y la confianza son esenciales para la base del entrenamiento e ir a un club de adiestramiento, le brindará al perro la educación que le están dando.
Por otro lado, realizar juntos actividades al aire libre es una de las cosas más maravillosas de tener un perro. No solo ayudará a tu perro a sentirse bien, sino que también fortalecerá el vínculo con su dueño.

Algunos deportes, solo deben de ser practicados una vez que tu perro haya terminado de crecer. Visitar los clubs de adiestramiento canino será una excelente manera de enseñarle una serie de ejercicios sencillos que le serán útiles para practicarlos en un futuro.

 

¿Dónde y cuándo entrenar?


Como las primeras etapas del adiestramiento de tu perro las realizarás con comida, lo mejor es que lleves a cabo los ejercicios antes de sus comidas. Si no puedes entrenar antes de sus comidas, asegúrate de entrenar cuando haya pasado al menos dos horas después de la comida. Cuando le enseñes a tu pero un ejercicio nuevo, tienes que hacerlo en un lugar tranquilo y familiar. No empieces a entrenar en un parque o en la calle. Lo importante es que no haya distracciones en ese lugar para que tu perro se pueda concentrar y aprender. A medida que tu perro vaya dominando los ejercicios que le enseñas, ya podrás ir practicando en diferentes lugares. La duración de cada adiestramiento debe de ser corta.
 

No es bueno entrenar más de 10 minutos porque tu perro se aburrirá. Lo mejor es que cada sesión consista en 10 repeticiones. De esta manera, cada sesión durará muy poco y podrás hacer más de una sesión por día. También es necesario que dejes un tiempo de descanso entre sesiones. Si tu perro sigue motivado, puedes empezar la siguiente sesión, después de un minuto de descanso. Si tu perro no está muy motivado, es mejor que dejes pasar más tiempo hasta la próxima sesión, o dejes la próxima sesión para otro día. Considera un mínimo de una sesión y un máximo de tres sesiones diarias. Con el tiempo notarás si tu perro puede con más de tres sesiones.

 

Aumenta la duración de cada ejercicio


Cuando le has enseñado un nuevo ejercicio a tu perro, necesitas llevar ese ejercicio por todas las etapas del adiestramiento canino para que se convierta en un hábito completamente fijado. Una vez que tu perro comprenda una orden, debes enseñarle a mantener la conducta deseada por más tiempo. Puedes empezar por aumentar la duración de cada ejercicio en cuanto hayas finalizado el último criterio de la etapa de aprendizaje. Al igual que en la etapa de enseñanza, es importante que tu perro se sienta atraído por los premios o snacks de comida, pero no es bueno que aumentes la duración de los ejercicios antes de darle su ración de comida diaria.
 

Si tu perro está hambriento, será más difícil que se quede en la posición que le ordenaste. Recuerda, lo mejor es que lleves a cabo las sesiones de adiestramiento unas dos horas o más después de que tu perro haya comido. Para aumentar la duración de los ejercicios que le enseñaste a tu perro, simplemente debes aumentar un poquito el tiempo de cada sesión. Por ejemplo, para aumentar el tiempo que tu perro permanezca sentado:

  • Ordénale a tu perro que se siente.
  • Espera unos segundos y dale a tu perro una recompensa.
  • Repite el procedimiento varias veces. Si tu pero responde correctamente, ves aumentando el tiempo en la próxima sesión. En caso contrario, deberás repetir este procedimiento en la próxima sesión. 


Aumenta medio segundo en las primeras sesiones para asegurarte que tu perro se quedará en la posición indicada. Cuando llegues a los tres segundos, puedes aumentar un segundo en cada sesión. Cuando puedas dejar a tu perro en la posición deseada por diez segundos, empieza aumentar distracciones ligeras y generaliza la conducta en lugares sin distracciones. Luego cuando tu perro haya aprendido bien esa conducta en diferentes lugares sin distracciones, puedes volver aumentar la duración. En este punto, también puedes empezar alejarte de tu perro. A medida que el adiestramiento vaya progresando, podrás ir aumentando más pasos. Haz esto de forma gradual, un par de pasos por sesión.

 

Nunca entrenes si hace mucho calor


Si hace mucho calor, es posible que tu perro no tenga muchas ganas de trabajar. Cuando el calor es extremo, no deberías entrenar. Los perros son muy sensibles al calor y pueden sufrir un choque térmico en ciertas circunstancias. Si tienes a una hembra en celo, pueden entrenar en lugares tranquilos y sin distracciones. Sin embargo, ten en cuenta que el cambio hormonal puede afectar a su conducta temporalmente, durante y después del celo. Nunca la presiones. Haz sesiones cortas y de ser necesario, evita entrenar algunos días.

 

Los juegos con otros perros


Aunque los perros tengan que aprender a cómo deben portarse con las personas, también deben saber jugar con otros perros. Los perros son animales sociables que necesitan jugar. Requieren del contacto con los demás perros para desarrollar todas sus capacidades. Jugando descubren el mundo que les rodea manteniendo sus instintos naturales, desarrollando así su agilidad y su destreza. Cuando a las ocho semanas apartan un cachorro de su madre y sus compañeros de camada, el ser humano está evitando que aprenda como debe portarse con los de su propia especie. El cachorro aprenderá el lenguaje corporal canino y cómo puede utilizarlo para comunicarse con otros perros. Aunque se trate de jugar, tu perro siempre debe de obedecerte. Es importante educarle en este sentido para estar seguro de que te hará caso incluso estando con otros animales.

 

Normalizar la conducta


Normalizar la conducta consiste en que tu perro aprenda a responder las órdenes que le enseñaste en cualquier situación. Por tanto, tendrás que “reentrenar” los ejercicios en cada lugar en que quieras que tu perro responda de manera confiablemente. Solamente debes seguir los mismos pasos que hiciste para enseñarle a tu perro cada ejercicio, pero en lugares diferentes. Empieza en lugares tranquilos y familiares para tu perro. Cuando tu perro responda bien en esos lugares, empieza a normalizar cada conducta en lugares con distracciones ligeras, como parques con poca gente y sin perros. Poco a poco, ves aumentando los lugares en que practiques los ejercicios y las distracciones. 

 

Desarrollo social


Los perros deben aprender a portarse bien con su propia especie y con las demás, sobre todo con las personas. Ésta es una tarea difícil y la mejor edad para que la aprendan es cuando son muy jóvenes, en concreto menos de cuatro meses. Si puedes, procura que se encuentre con otras especies, como gatos o caballos, cuando todavía son muy jóvenes. Si se acostumbra pronto a tratar con otras especies, será menos probable que después tenga problemas. Organiza encuentros supervisados semanales. En estas reuniones el cachorro aprende a tratar con otros perros y a los desconocidos.

 

Privación social


Los perros con carencia de experiencias sociales tempranas pueden ser difíciles de adiestrar. Una relación escasa con personas durante su etapa de cachorro puede limitar su capacidad de obedecer órdenes. Antes de adquirir a un perro averigua todo lo que puedas sobre sus primeras experiencias. Cuanto más haya sido atendido, más probable será que responda al adiestramiento. Los cachorros criados con poco contacto humano pueden ser muy difíciles de educar. Hay que dedicarles más atención y algunas veces puede que necesiten ayuda profesional.

6. Higiene canina


Perro limpio duñado bañera

Asear el perro es importante para su higiene y la de los demás.


Asear a su perro no sólo lo mantiene limpio y saludable, sino que también reafirma la autoridad que tienes sobre la mascota, ya que levantarlo en vilo, sostenerle la cabeza o abrirle la boca son gestos de dominancia. Levántalo rodeándole el pecho y las patas delanteras con un brazo y las ancas con el otro. Colócalo sobre el baño o la ducha. Mantenlo bien plantado sobre sus patas. También puedes pegarle un vistazo a los diferentes champús para perros.

 

El corte de las uñas


Si has inspeccionado las patas de tu perro habrás observado que en la planta de los pies cuentan con almohadillas sobre las que aguantan todo su peso al caminar. Las uñas del animal jamás deben sobrepasar dichas almohadilla porque, cuando lo hacen, impiden que pueda caminar correctamente, adoptando poco a poco posturas extrañas que pueden desarrollar graves problemas en sus patas.

Es más fácil cortar las uñas del perro después de bañarlo, cuando están más blandas que de costumbre. Procura no cortar su parte viva, es decir, la parte rosada interior de la uña. Si tienes dudas, pide consejo a tu veterinario. Aquí podrás encontrar cortaúñas para tu perro. Recuerda que mantener las uñas de un perro en perfectas condiciones va más allá de la estética, se trata de un tema de salud que puede evitar la aparición de heridas en sus patas y otros problemas derivados de una longitud excesiva de las uñas.

 

Limpieza de los ojos


Los ojos son un órgano delicado y sensible de nuestro perro y es por ello importante que sepamos cuidarlos. Muchos perros segregan lagañas en las comisuras de los ojos. Sosteniendo firmemente la cabeza, baña cada ojo con un algodón diferente, limpio y humedecido. Si nuestro perro tiene abundante pelo que crece hacia los ojos debemos, o bien peinarlo de forma que los ojos queden despejados, o bien recortarlo. Esto se hace mejor cuando el perro comprenda las órdenes.

 

Dientes sanos


Lo creas o no, cuidar los dientes de tu perro es tan importante como cuidar los tuyos. Un cuidado dental adecuado es esencial para que tu mascota mantenga una buena salud. Cuando eduque al perro, usa premios en comida para que le deje abrirle la boca y examinársela. Debes revisar sus dientes y encías una vez al mes. Existen huesos dentales que ayudan a limpiar el sarro de la mascota.

 

Cepillado cuidadoso


La higiene de nuestra casa y la de nuestra mascota dependerán de la frecuencia con la que cepillemos el pelo al animal. Aunque muchos dueños obvien el cuidado del cabello canino, esta parte del cuerpo es conveniente tratarla con frecuencia. Cepille con pasadas largas y firmes todo el cuerpo del perro. Cepille todo el pelo, incluyendo la cola y las patas.

7. El perro de viaje en el coche


Perro de viaje en el coche

Algunos perros disfrutan haciendo largos recorridos en el coche.


El maletero del coche puede ser un lugar que asuste al perro, sobre todo si su primera experiencia le causa mareo o náuseas. Antes de llevarlo de viaje a ninguna parte, incítalo a meterse en él, con el coche aparcado, recompénsale con comida. Cuando el perro se sienta a gusto echado en el coche, acostúmbralo al sonido del motor. Enséñale a considerar el coche como un segundo hogar. Cuando el perro no de señales de agitación ni náusea, prémialo con comida y halagos verbales. Al principio, haga salidas cortas, aumentando su duración poco a poco. Recompensa siempre al perro por seguir sentado y estar tranquilo.

Algunos perros disfrutan con los viajes en coche porque los encuentran excitantes y porque suelen terminar en ejercicio y encuentros con otros perros. Otros, en cambio, los aborrecen por su movimiento imprevisible, produciéndoles náuseas. Saca a tu perro en viajes cortos frecuentes para que se vaya acostumbrando al coche. Si babea o se marea, no le des de comer antes del viaje y protege el interior del coche con toallas.

 

Persecución del vehículo


Perseguir coches puede divertir al perro pero es peligroso. El coche huye, con lo que el perro está satisfecho, pero también se ha quedado en una calzada que puede ser peligrosa. El deseo de cazar forma parte del comportamiento normal del perro, aunque la intensidad de este deseo varía según la raza y el perro. Su instinto es estimulado por el movimiento del coche y se refuerza si otros perros se unen a la persecución. Esta afición puede dominarse pero nunca eliminarse del todo. No dejes nunca que tu perro ceda a este deseo, porque luego será una tendencia difícil de vencer y puedes poner su vida en peligro.

8. ¿Cómo vencer los malos hábitos de un perro?


Malos hábitos costumbres que adopta un perro

Para corregir los malos hábitos de un perro es necesario comprender primero cómo se han adquirido.


Los perros no son perfectos y pueden desarrollar costumbres no deseadas. Si esto ocurre, procura averiguar la causa y eliminarla, aunque pueda ser más fácil evitar el problema que readaptar al perro. Los perros que destruyen los hogares cuando se les deja solos lo hacen porque se aburren, están frustrados o sufren de ansiedad por la separación. Algunas costumbres como la persecución del ganado o la persecución hacia otros perros, son parte del comportamiento normal del perro, por lo que son difíciles de vencer, aunque una readaptación lenta, repetitiva y coherente suele tener éxito.

Si tu perro muerde por miedo o ataca a la gente, deberás buscar ayuda profesional. Para corregir las malas costumbres de tu perro es importante que comprendas primero cómo se han adquirido. Aunque te parezca que el comportamiento de tu perro es inaceptable, para él es su manera natural de ser. Aunque la actividad destructiva satisface a los perros, es inaceptable para las personas. Si a un perro se le dan demasiados juguetes, se le está enseñando a destruir otros objetos. Intenta limitar a tres el número de juguetes disponibles para el perro, que deben de ser diferentes a los demás objetos de la casa. 

 

Si tira de la correa


Que el perro tire de la correa es el problema más común que tienen sus amos. Puede deberse al aburrimiento o a la excitación, pero también puede ser una manifestación de conducta dominante. No compitas en fuerza con el perro tirando de la correa. A veces la misma correa incita al perro a tirar. Por tanto, es importante que no la uses como instrumento de fuerza. Debes averiguar por qué tira de la correa el perro antes de intentar quitarle esta costumbre. Empieza a caminar con el perro a su izquierda, sosteniendo la correa con ambas manos.

Cuando el perro tire, desliza tu mano izquierda hasta acercarte al collar y tira firmemente. Procura que el perro vaya caminando a la misma altura que tus pasos y cuando lo haga mal, lo mandas sentarse. Repite esto cada vez que tu perro vuelva a tirar de la correa. En cuanto el perro camine tranquilamente a la altura de tus pasos sin tirar de la correa, prémialo. Aumenta poco a poco la distancia de paseo, pero no el tiempo de las sesiones. 

 

Agresividad hacia otros perros


Lo más corriente es que la agresividad del perro dominante se dirija hacia otro perro del mismo sexo. Es un problema mucho mayor en los machos que en las hembras y ocurre con más frecuencia en unas razas que en otras. Esto es más probable cuando el perro está en su propio territorio. Algunos perros simplemente son inadaptados sociales, pero en la mayoría el problema tiene que ver con las hormonas sexuales, o se ha desarrollado por una falta de contacto temprano y continuo con otros perros.

Esto puede ser difícil de arreglar y tal vez necesites ayuda profesional. La cola levantada y una atención intensa, te indicarán que puede empezar una pelea. Debes intervenir en cuanto a tu perro y su posible adversario se miren. Algunos perros defenderán agresivamente a sus amos. En la mayoría de los machos, castrar al perro cuando es joven elimina por completo que tenga este comportamiento. 

 

Rivalidad entre perros


Los perros también sienten emociones. Es más fácil que haya celos y rivalidad entre perros del mismo sexo, tamaño, edad y temperamento. Pueden reñir por huesos, lugares para dormir o por la atención de su amo. Los perros no pueden compartir objetos codiciables, por lo que cada perro debe tener su propia cama y su cuenco de comida, aunque pueden compartir el del agua. En algunas razas dominantes, como el Dóberman, hay más rivalidad entre hermanos que en otras.

Entre dos machos que vivan juntos puede ser necesario castrar al más débil para aumentar la diferencia entre ambos. Los objetos que más peleas provocan entre compañeros de camada son los huesos. Evita posible problemas no dándole ningún hueso o dándoles en habitaciones separadas.

 

El espacio personal


Todos los perros necesitan su propio espacio privado, algún lugar al que ir cuando estén cansados o quieren estar solos. Dale a tu perro la seguridad de tener su propia cama. No permitas que un perro use la cama del otro, porque esto puede traer peleas. Cada cama debe contener un lecho cómodo, limpio y lavable. 

 

El perro asustadizo


El comportamiento asustadizo es más común en los perros que estuvieran aislados cuando eran jóvenes, pero hay muchos otros casos en los que por diferentes causas, les han producido temor a los ruidos. Algunos perros se asustan cuando ven moverse objetos que no reconocen como monopatines o coches de juguetes. Muchos perros cuando oyen ruidos fuertes como los truenos, se asustan y quieren esconderse.

La reacción natural de su amo es tranquilizarlo y distraerlo de la causa de su miedo, pero esto puede aumentar la respuesta temerosa del perro, porque aprende que cuando muestra su miedo, le premian con el contacto de su amo. Graba los ruidos que asustan a tu perro. En circunstancias adecuadas, cuando sepas que este ruido no vaya a ocurrir naturalmente, pon la grabación. Comienza con un volumen bajo y premia al perro si no se asusta. Durante varias semanas, aumenta gradualmente la intensidad del sonido hasta que alcance el volumen que asustaba al perro. 

 

Ansiedad por la separación


Los perros son animales sociales y sus sentidos, mente y cuerpo necesitan estímulos. Si al volver a casa te encuentras con una escena de destrucción, no creas que el perro lo ha hecho para vengarse. Los perros son incapaces de planear delitos. Aullar, cavar, destruir, saltar y caminar rítmicamente adelante y atrás son signos de ansiedad. Los perros desconfiados, sobre todo los recogidos de las perreras, es más probable que ladren, excaven y destruyan cuando se les deja solos.

Estos animales inseguros necesitan que se les trate amablemente y las secuelas de su ansiedad necesitan tiempo para curarse. Antes de dejarlo solo, dale a tu perro mucho ejercicio mental y físico. Un perro exhausto no es tan fácil que ladre, cave y destroce como otro con un exceso de energía. Comprueba el comportamiento del perro dejándolo solo en una habitación con un juguete. Minutos después vuelve a la habitación y felicítalo por no haber dado signos de aburrimiento como ladrar o rascar la puerta. Repite este ejercicio en diferentes habitaciones variando el tiempo de tus ausencias hasta que puedas dejarlo solo sin que de signo alguno de ansiedad. ¿Te ha resultado de utilidad esta guía sobre adiestramiento canino? Déjanos un comentario con tu opinión, ¡estamos deseando leerte!

 

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