El gato persa es sin duda, un ejemplar de apariencia singular, lo que lo ha hecho acreedor de diferentes apodos y denominaciones, como gatos aristocráticos y gatos de cabello largo, e incluso le ha dado un lugar en el cine a través de diferentes personajes, como Pelusa en Stuart Little. Por ello, a continuación te contamos un poco más sobre sus cuidados, alimentación, características y comportamiento.
No se conoce con total certeza cuál fue el origen de esta extendida raza, pues no hay registro de cuándo aparecieron por primera vez. Sin embargo, su papel surgió cuando la clase aristócrata se inclinaba por los gatos de pelo largo, lo cual generó la hibridación de diferentes razas, hasta dar con el gen causante de dicha característica.
Se pensaba que dichos gatos fueron importados desde el continente asiático, provenientes de países como Afganistán, Birmania, China y Rusia, destacando que existen diferentes variedades de gatos persas, sin embargo, en realidad los gatos persas de pelo largo son originarios de Turquía e Irán, quienes los importaron a Italia durante el siglo XVII.
Cabe destacar, que los gatos provenientes de Persia actual territorio de Irán eran de color gris, y los gatos de originarios del territorio turco presentaban tonalidades blancas, mencionando que la raza fue perfeccionada en Gran Bretaña, al mezclarse con los gatos Angora, a fines de obtener nuevos colores y pelo más sedoso.
El gato persa es de tamaño mediano, y posee una cabeza de cráneo ancho relativamente grande en comparación a su cuerpo, contando además con ojos grandes y redondos, patas cortas y gruesas, grandes zarpas y dedos copetudos. De igual forma cuentan con un pelaje largo y abundante, compuesto por una capa interna densa y un manto grueso, lo que hace que su pelo requiera de cuidados especiales. Se trata de un gato con pómulos fuertes, mentón lleno, y hocico corto. Además posee orejas cortas y redondeadas, las cuales están totalmente cubiertas de pelo.
El cuerpo del animal es musculoso y de estructura ósea, lo que representa una forma compacta, mencionando que las tonalidades del pelaje son muy variadas, ya que se pueden presentar en modelos bicolores y tricolores, acotando que este último sólo se desarrolla en hembras. El peso promedio del animal varía entre 2.3 a 6.8 kilogramos, y su tamaño se encuentra entre 40 y 50 centímetros, además posee una cola peluda que mide entre 25 y 30 centímetros.
Sin duda, una de las características principales de los gatos persas es el pelaje, el cual es determinante para identificar la variedad a la que pertenece el ejemplar.
● Unicolor: se trata de ejemplares que presentan una sola tonalidad en su pelaje, la cual generalmente es de color negro, blanco, azul, crema y rojo.
● Bicolor: son animales que conjugan dos tonalidades diferentes, por ejemplo, blanco y negro, o blanco y rojo, e incluso patrones como escamas de tortugas de carey.
● Tricolor o jaspeado: son ejemplares que presentan diferentes tonalidades, por ejemplo, manto marfil con bandas o manchas grises y azules.
También se pueden clasificar en las siguientes variaciones:
● Gato Persa Himalayo: consiste en gatos que presentan un color crema o marfil en la mayoría de su cuerpo, con una tonalidad café en sus patas, hocico, y orejas, generando una apariencia similar a la de un gato siamés, la cual está acompañada por unos ojos color azul intenso.
● Gato Persa Chinchilla: se trata de un gato en tonalidades blanquecinas, pero con el pequeño detalle, de que su pelaje posee las puntas plateadas, apariencia acompañada de ojos generalmente verdes, azules y naranjas.
● Gato Persa Blanco: consiste en una variedad antigua, que cuenta con pelaje largo y suave semejante a un copo de algodón, mencionando que cuando esta variedad presenta ojos azules suele ser propensa a padecer sordera.
Se trata de gatos de comportamiento tranquilo y apacible, mucho menos activos que la mayoría de razas de pelo corto, el animal no presenta problemas por vivir sin compañeros felinos, pues la compañía de su dueño es más que suficiente, además suelen dormir gran parte del día, razón por la cual han sido denominados tigres de sofá.
Mencionando que estos gatos disfrutan mucho la compañía de sus dueños, y no es recomendable dejarlos solos por largos periodos de tiempo, pues tienen menor tolerancia a la soledad que otras razas, por lo cual algunos autores no lo recomiendan para dueños que trabajen largas jornadas laborales.
La esperanza de vida promedio de los gatos persa se encuentra entre los 10 a 12 años, sin embargo, son susceptibles a diferentes complicaciones de salud, por ejemplo, presentan una alta tasa de incidencia de miocardiopatía hipertrófica, lo cual consiste en un engrosamiento de las paredes del corazón.
De igual forma, es común que presenten problemas del riñón conocidos técnicamente como enfermedad renal poliquística, lo cual consiste en quistes llenos de líquido que se pueden desarrollar en uno o en los dos riñones, mencionando que se trata de una enfermedad genética, por lo cual se recomienda preguntar al criador.
Así mismo, es probable que los ejemplares de esta raza padezcan infecciones cutáneas de carácter fúngico gracias a su pelo largo, las cuales no suelen ser mortales, pero si llegan a ser bastante frecuentes y requerir de tratamiento. Sin olvidar la importancia del control de vacunación y desparasitación, acompañado por supuesto de constantes visitas al veterinario, a fines de diagnosticar las patologías en etapa temprana.
Los gatos persas pueden requerir de cuidados especiales, mayormente por el pelaje y el área de los ojos, en los cuales es ideal mantener cuidados periódicos con el objeto de evitar patologías a largo plazo, y brindarle calidad de vida al animal, por ello, te contamos un poco más acerca de sus requerimientos nutricionales, de actividad física, e higiene. Como se mencionó anteriormente, los gatos persas tienen tendencia a la obesidad, por ende, su alimentación debe ser equilibrada y balanceada.
Estos felinos poseen cierta tendencia a la obesidad, por lo cual es necesario cuidar de su alimentación, a través de un equilibrio entre el alimento seco y húmedo, complementado con croquetas, que permitan prevenir y tratar la acumulación de sarro. Del mismo modo, por la predisposición de estos animales a la formación de cálculos es importante proporcionar una constante fuente de agua, y no olvidar los alimentos húmedos. Por otra parte, gracias a la fisionomía de su hocico y cabeza chata, es ideal seleccionar un alimento que no sea muy grande, a fines de que pueda ingerirlo cómodamente.
Los adecuados hábitos de higiene son de vital importancia para la salud del animal, pues gracias a sus lagrimales hundidos es necesario dedicarle especial atención, a fines de evitar la acumulación de lagañas, y prevenir futuras enfermedades oculares. Para este proceso, se sugiere utilizar una gasa o toallita húmeda, y limpiar suavemente el área.
En cuanto al pelaje, no sólo es importante el cepillado periódico sino también proporcionar una alimentación con importantes fuentes de omega 3 y 6, con el propósito de fortalecer su pelo y piel. De igual forma, se debe cepillar al felino con cepillos adecuados para su pelaje largo y exuberante, al menos 3 veces a la semana.
Mencionando que se recomienda cepillar al gato desde su etapa de cachorro, para que se acostumbre al proceso y se pueda establecer una rutina placentera. Finalmente, se considera que la frecuencia del baño debe ubicarse entre los 2 y 3 meses, pues aunque estos animales se acicalan con frecuencia, es necesario limpiar ciertas áreas a las que no pueden acceder.
Como se comentaba previamente estos felinos pueden presentar cierta tendencia al sobrepeso y obesidad, por ello a pesar de ser de carácter tranquilo no se debe excluir el ejercicio de su rutina, ya que este les permite mantener un peso saludable, y preservar sus músculos tonificados, por ello, se recomienda promover el juego por lo menos 10 o 15 minutos al día. Lo que no sólo beneficiará a tu gato, sino también te ayudará a estrechar el vínculo emocional con él, destacando que existen múltiples estrategias para promover el juego en gatos.
● Son muy dependientes de sus dueños, y no son para nada callejeros, así que no deberás preocuparte porque se escape de casa, ya que para ellos no hay nada mejor que el hogar.
● Son una de las razas más populares y extendidas a nivel mundial, en parte gracias que durante un tiempo fueron relacionados con la realeza y las clases sociales pudientes, razón por la que se denominaron gatos aristocráticos.
● Usualmente duermen entre 12 y 16 horas al día, y son una de las razas de gatos con el pelaje más largo, el cual como se mencionaba anteriormente requiere de cuidados especiales.
En resumen, animales de carácter mimoso y tranquilo, capaces de desarrollar estrechos vínculos afectivos en un hogar, sin duda una excelente compañía para cualquier familia.
